PRIMICIA.- La actividad turística en la región de Junín atraviesa una crisis y no ha logrado recuperar los niveles previos a la pandemia. Esta situación se agrava con el cierre temporal del aeropuerto y la congestión de la Carretera Central, por lo que la posibilidad de conocer los atractivos que la región ofrece se transforma en un verdadero problema. Este contexto genera incertidumbre en un sector económico clave, que involucra a hoteles, restaurantes, servicios de transporte y comercios locales, afectando así la sostenibilidad y el crecimiento de la economía regional.
Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, entre enero y agosto de este año, Junín se posicionó como una de las seis regiones con menor afluencia de turistas a sus atractivos. La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) identificó que la caída es significativa: comparado con el mismo periodo de 2019, la llegada de visitantes ha disminuido casi un 40%, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR).
La situación se complica aún más con el cierre temporal del aeropuerto Francisco Carlé de Jauja, programado entre noviembre de 2024 y enero de 2025 debido a trabajos de mantenimiento en las pistas de aterrizaje. Este aeropuerto, con vuelos cancelados por el mal estado de la pista y sin torre de control ni señalización, cerrará en un periodo clave ante las próximas fiestas de fin de año, afectando el flujo de turistas durante las festividades.