
PRIMICIA.- Zoe Carrión Trujillo, una niña de apenas 12 años, perdió la vida tras una larga lucha en el Hospital Rebagliati.
Su partida no fue por una enfermedad común ni un accidente, sino por algo más doloroso y silencioso: la exposición crónica a metales pesados que desde años atrás venía afectando su salud en Cerro de Pasco.
Zoe fue trasladada a la capital en busca de una atención especializada que nunca encontró en su tierra.
Su cuerpo, dañado por la constante exposición al plomo y arsénico, presuntamente vinculada a la actividad minera en la región Pasco, no resistió más. Murió en la madrugada de anteayer, dejando un profundo vacío en su familia y una fuerte indignación.
Su velorio se realiza en Cayhuayna, Huánuco, y será enterrada mañana jueves 15 de mayo, a la 1:00 de la tarde en el Cementerio Jardines de la Esperanza. Su familia, aún entre lágrimas, denuncia la desatención del Estado y la ausencia de especialistas que puedan enfrentar esta emergencia sanitaria que ya afecta a miles de personas expuestas a contaminantes en Cerro de Pasco y zonas mineras del país.