
PRIMICIA. – La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) identificó que, en los primeros seis meses del año, las municipalidades de Junín solo han utilizado el 22% del presupuesto asignado, lo que coloca a la región entre las cinco con menor nivel de ejecución local. El resultado muestra nivele bajos en infraestructura, servicios básicos y escasas oportunidades para la ciudadanía. A esto se suma que, en 52 de las 124 municipalidades, el 60% de los proyectos sigue paralizado: no se ha gastado ni un sol ni se ha iniciado una obra.
“Muchas veces, los municipios cuentan con recursos, pero no los utilizan eficientemente. Para lograr una ejecución presupuestal eficaz, la planificación es clave. Esto implica que las autoridades definan con anticipación qué proyectos se realizarán, cuánto costarán y cómo se implementarán. También es fundamental contar con equipos técnicos capacitados que acompañen cada etapa, desde la elaboración de estudios hasta la ejecución final. Una buena ejecución no consiste solo en gastar rápido, sino en hacerlo con orden, transparencia y enfocándose en las verdaderas necesidades de la población”, precisó el economista de REDES, Dittmer Quispe.
Cuando esa planificación falla, los resultados se ven con claridad. Ejemplos concretos como el mejoramiento del I.E. San Ramón, el Politécnico Regional del Centro o el Hospital El Carmen registran menos del 40% de ejecución, a pesar de tener presupuestos grandes.
En lo que va del 2025, Junín ha ejecutado el 57.5% de su presupuesto regional, alcanzando su mejor desempeño en los últimos cinco años, teniendo en cuenta que posee uno de los seis presupuestos más altos del país. Este avance coloca a la región como la segunda con mayor ejecución de obras públicas en el país, solo por detrás de Arequipa.
El economista de REDES enfatiza que, en inversión pública, la clave no es solo cuánto se gasta, sino cómo se gasta. Contar con recursos no garantiza resultados si no hay una buena planificación y calidad en la ejecución. Es como tener dinero para remodelar tu casa, pero usar materiales inadecuados o hacer las cosas en desorden: el resultado no será duradero y los problemas reaparecerán. Lo mismo ocurre con el presupuesto de los gobiernos regionales y locales. Si no se invierte con responsabilidad, los proyectos no generan impacto real y las necesidades de la población siguen sin resolverse.