DEJA 4 MENORES HIJOS: MADRE MUERE EN HOSPITAL DE LIRCAY

- Familia denuncia presunta negligencia médica
PRIMICIA. – Una tragedia enluta a una familia de la localidad de Llillinta, en la región Huancavelica. Rayda Lima Huamani, madre de cuatro hijos y de apenas 34 años, perdió la vida el pasado lunes 28 de julio tras sufrir complicaciones durante una operación por cesárea en el hospital provincial de Lircay.
La mujer, quien llegó junto a su esposo al nosocomio la noche del domingo 27 de julio, fue sometida a la intervención quirúrgica aproximadamente a las 9:00 del domingo y sometida a cesárea al promediar las 4:00 de la mañana. Según su esposo, Reginaldo Quispe Huamanyalli, alrededor de las 7:00 a.m. fue trasladada de emergencia al hospital regional de Huancavelica, pero llegó prácticamente sin signos vitales.
«Quiero que esto se esclarezca. Mi señora estaba dando a luz, la cesarearon y nos trajeron a Huancavelica. Aquí llegó casi sin vida. No me explican qué pasó, solo quiero justicia», manifestó el esposo, visiblemente afectado.
La familia sospecha que hubo negligencia médica durante el procedimiento y exige una investigación exhaustiva. Las circunstancias del caso, sumadas a la pérdida de una madre en pleno parto, han provocado indignación entre los pobladores.
Ante la gravedad de los hechos, Rubén Laurente, director de la Red de Salud de Angaraes, aseguró que se vienen realizando los procedimientos legales correspondientes. «Lamentamos profundamente este suceso. Se está recolectando toda la información necesaria y se llevarán a cabo las investigaciones para determinar si existió alguna responsabilidad profesional», declaró.
El drama familiar se agravó por la demora en la necropsia de Ley, ya que por los feriados patrios —27 y 28 de julio— el Instituto de Medicina Legal de Huancavelica no brindó atención, retrasando el procedimiento más de 48 horas.
Rayda Lima Huamani deja en la orfandad a cuatro hijos: un adolescente de 15 años, dos menores de 11 y 10 años, y un recién nacido que nunca llegará a conocer a su madre. La comunidad de Llillinta y diversas organizaciones sociales han mostrado su solidaridad y piden que este caso no quede impune.

