![PERO INSISTÍAN COBRAR RESCATE: MATARON A PALOS A JOVEN SECUESTRADA](https://diarioprimicia.com/wp-content/uploads/2025/02/9-1-1-1.webp)
PRIMICIA. – En una charla privada, Mayalen Fray Moya reveló a su pareja, Kleiber Espinoza Palomino, que la familia de su amiga de la escuela, Leydi P. G., era adinerada y se dedicaba a la agricultura.
Con la información, Kleiber y su hermano Aarón Espinoza Palomino (ambos con antecedentes criminales por robo), planificaron el secuestro de Leydi P. G. bajo la creencia de que los padres de la joven de 17 años eran personas adineradas.
A las 7:30 p.m. del lunes 6 de enero, cuando Leydi P. G. se encontraba en casa de su novio en Constitución (Oxapampa), recibió la llamada de un hombre que le dijo que quería entregarle una información confidencial. La citó en la localidad de Puerto Súngaro (Puerto Inca-Huánuco), a una hora y media de distancia en vehículo.
En pleno trayecto por la carretera Fernando Belaúnde Terry, en la jurisdicción de Puerto Inca, Leydy fue interceptada por tres sujetos que la secuestraron y la mantuvieron en cautiverio.
A las 11:45 a.m. del día siguiente, la madre de la adolescente, Marcelina Girón Carbajal, recibió la primera llamada de los plagiarios. Los delincuentes le exigieron que pagara un rescate de S/500.000 en un plazo de 24 horas. Si no lo hacía, mataban a su hija.
Para acreditar que hablaban en serio, uno de los sujetos envió al padre de la adolescente, Sebastián Pastrana Rojas, un video en el que se le observa a Leydi P. G., muy asustada y atada con una soguilla.
“¡Acá tenemos a tu hija! Hoy 7 de enero. Señor, ahí la tenemos. Todo tranquilo y sano. Lo que queremos es el dinero. Muy pronto le estamos poniendo el precio para poder conversar bien. ¿Ya señor?”, se le escucha decir al secuestrador.
El delincuente después sería identificado como Aarón Espinoza Palomino, hermano de Kleiber, novio de Mayalen Fray, amiga del instituto de la víctima.
Inmediatamente, ocurrido el hecho, los padres denunciaron el caso ante la División de Investigación Antisecuestros y Extorsiones de la Dirincri, cuyos agentes viajaron a Cerro de Pasco. Ni los papás ni lo policías sabían en esos momentos que Leydi P. G. había sido asesinada.
El mismo día que enviaron el video, los plagiarios mataron a la joven, supuestamente porque los reconoció. Introdujeron el cuerpo en un costal y lo enterraron a un kilómetro del lugar de cautiverio. El autor del homicidio fue identificado como Delmer Lino Abad.
“¡Está viva, señor, está viva; ¡si no paga, le cortaremos los dedos a su hija!”, decían los asesinos cada vez que se comunicaban con los padres para exigirles el pago.
El martes 21 y el miércoles 22 de enero, los padres de Leydi depositaron consecutivamente S/500 y S/200 a una cuenta bancaria, proporcionada por los plagiadores. Los progenitores de la víctima aún tenían la esperanza de volver a ver a su hija.